CÉLULAS MADRE EN COSMÉTICA
¿Qué son las células madre?
Se denomina células madre a aquellas células que presentan la capacidad de dividirse. Esta división conlleva la formación de nuevas células llamadas células hijas, las cuales son las encargadas de formar órganos y tejidos.
Con las posteriores divisiones estas células pueden llegar a especializarse en un tejido u órgano concreto, o a seguir siendo una célula madre. Además, entre sus características cabe destacar que son capaces de conferir un gran poder de regeneración.
El uso de células madre está cada vez más extendido, siendo de gran relevancia en campos como la medicina y la cosmética.
Aplicación de las células madre en cosmética
En lo que respecta a la piel, las células son las encargadas de mantener los tejidos en buen estado de funcionamiento, de proporcionar a la epidermis sus propiedades de barrera corporal, y de sintetizar los elementos necesarios de la matriz extracelular.
Todas las células que forman la epidermis evolucionan a partir de unos cientos de células madre llamadas células madre adultas de la piel, las cuales las producen a diario.
Estas células madre, a pesar de ser más resistentes y estar más protegidas que el resto de células, están sometidas a ciertos factores que desencadenan el envejecimiento prematuro. Este efecto también conlleva la reducción de la capacidad para generar nuevas células sanas.
Es por ello por lo que, la pérdida o deterioro de las funciones de este grupo específico de células madre, por razones propias de la edad o debido a agentes externos, produce un déficit de células epidérmicas. Cuando esto sucede no se sintetiza material extracelular, por lo que las funciones de la piel se deterioran, sobre todo la capacidad de auto-regenerarse de forma eficiente frente a traumatismos, como cortes, quemaduras… Esto conlleva un impacto muy importante en el aspecto de la piel, la cual acumula pequeños traumatismos que aparecen en forma de signos de la vejez temprana, como son las arrugas, la flacidez, la inelasticidad, la falta de luminosidad…
Es por todo ello por lo que las células madre tienen un metabolismo especial, y su cuidado precisa de unos nutrientes especiales.
Células madre vegetales
Como ya se ha mencionado, las células madre utilizadas en cosmética son epidérmicas, las cuales son especializadas en la piel. La industria cosmética comenzó a estudiar las células madre de origen vegetal, y las primeras en ser utilizadas procedían de una variedad de manzana suiza (Uttwiler spatlauber), la cual es capaz de mantenerse fresca durante mucho tiempo. Las células madre vegetales son la esencia de las plantas y frutas, y se extraen de las zonas de crecimiento, como son las raíces y los brotes. En la actualidad, se extraen células madre de productos como arroz, melón, diversas flores, hongos, cereales, procesos de fermentación bacteriana…
Una cualidad muy interesante sobre este tipo de células es que son “inmortales” y están auto reproduciéndose de manera continua.
Uno de los principales problemas que presenta la edad es que la capacidad de las células para renovarse va disminuyendo. Las células vegetales no presentan un alto nivel para estimular las células de la piel, sin embargo, sí presentan una gran capacidad antioxidante. Esta característica ayuda a que se produzca esa regeneración. Además, por este motivo, a muchos cosméticos que presentan extractos de células madre se les suelen añadir antioxidantes y péptidos.
Beneficios del uso de células madre
Este tipo de células son muy utilizadas con éxito en lo que respecta a la medicina regenerativa, favoreciendo con ello los tejidos dañados. Esto se debe a que tienen la cualidad de convertirse en un tipo de células en especial, en este caso de la piel, así que se regenera de forma natural.
Es debido a esto por lo que, cuando se utilizan para favorecer y regenerar la piel, ayudan a que se forme un tejido nuevo. Por eso tienen tanto éxito en la medicina regenerativa.
Los cosméticos con células madre de origen vegetal se pueden encontrar en muchos formatos. Los más habituales son en serum, pero también se encuentran en forma de mascarillas o cremas.
El uso de células madre vegetales en cosmética puede aportar los siguientes beneficios:
- Reducción de poros: los productos con estas células vegetales son capaces de contraer los poros de la piel, dándole un aspecto uniforme y más suave a nuestra cara.
- Mejora de la textura: En los tratamientos cosméticos llevados a cabo en la regeneración de la piel, se utilizan ingredientes derivados de las células madre. Estos tratamientos, si se inyectan de manera adecuada, pueden conseguir aportar volumen a la piel, mejorando con ello su calidad y textura.
- Piel uniforme y sin manchas: Los tratamientos con células madre vegetales pueden conllevar una mejora en el tono y la textura de la piel de la cara. Esto se debe a que tiene el potencial de dar un aspecto más rejuvenecido al rostro gracias a la presencia de antioxidantes.
- Reducción de arrugas: Otro de los beneficios y usos que se le pueden dar a este tipo de células en cosmética es la capacidad de combatir el antienvejecimiento prematuro de la piel.
¿Es seguro este uso en cosmética?
A pesar de los reparos y pensamientos que pueda tener mucha gente, la respuesta es que sí. De hecho, no podrían usarse células provenientes de un organismo complejo, no solo por cuestiones éticas, sino por su coste y la adecuada conservación. En el caso de las células madre provenientes de la manzana, se mantienen en excelentes condiciones por mucho tiempo. Tienen la cualidad de ser antioxidantes y regeneradoras, reducen la profundidad de las arrugas, dan firmeza y regeneran los tejidos conectivos de la piel.
Estas células de origen vegetal se les conoce también como células totipotentes. Esto quiere decir que tienen la cualidad de evolucionar desde un cierto estado a uno desdiferenciado. Esto es, que a pesar de su origen vegetal, puede convertirse en cualquier otro tipo de célula. Incluso tienen la cualidad de que una sola célula, si se hace crecer bajo ciertas condiciones, podría incluso regenerar una planta entera. Estas son propiedades ideales utilizadas, buscadas y muy apreciadas en la cosmética del cuidado de la piel.