¿Son de calidad los cosméticos que utilizas?
| A Sep10,2019
Actualmente podemos encontrar miles de productos para el cuidado facial, y desde luego su calidad varía muchísimo, por lo que debemos de ser cuidadosos a la hora de elegirlos correctamente. En muchas ocasiones nos fiamos del consejo de nuestros amigos y conocidos o de la publicidad, pero además de atender a las indicaciones del producto debemos centrarnos también en la calidad de este, ya que productos con la misma acción no tienen porqué ser igual de buenos.
Para poder escoger un buen cosmético debemos conocer los ingredientes que los componen ya que aunque puedan tener el efecto deseado, si no son de buena calidad a la larga pueden desembocar en efectos secundarios no deseados.
Cunado elijamos un cosmético lo primero que debemos de mirar es el INCI.
El INCI es el listado de los ingredientes que componen el cosmético ordenados de mayor a menor concentración por lo que los que se encuentren al principio de la lista tendrán una mayor proporción y por lo tanto su efecto será más potente que los que se encuentren al final de esta.

Además del INCI, debemos de ser conscientes de que ingredientes componen la fórmula del cosmético.
Un producto cosmético está formado por los principios activos que son los que poseen una acción sobre la piel (hidratante, calmante, nutritiva…etc.) y los excipientes que dan soporte a estos (conservantes, colorantes, emulsionantes…etc.)
Habitualmente sólo atendemos a la
composición si creemos que puede contener algún ingrediente que pueda
producirnos algún tipo de alergia pero debemos mirar las etiquetas de los
productos con más cuidado, ya que generalmente estos excipientes están en un
alto porcentaje y la piel también los absorbe, junto con los principios activos.
Queda claro que hay un listado de ingredientes que está prohibido utilizar por lo que, no será necesario mencionarlos ya que su utilización en la formulación esta penado.
Pero también encontramos ingredientes que a pesar de que actualmente están permitidos, debemos de evitar su uso.
- Los parabenos: habitualmente se utilizan como conservantes, los más habituales son el “metilparabeno”, el “etilparabeno”, el “bencilparabeno”, el “butilparabeno” y el “propilparabeno”. Se recomienda evitarlos ya que que se consideran cancerígenos e interfieren en el equilibrio hormonal del cuerpo. Recientes estudios han demostrado que producen problemas de fertilidad, y trastornos del sistema inmunitario.
- Sulfatos: se utilizan como tensoactivos pero son muy agresivos e irritantes, sobre todo para pieles sensibles.
- Siliconas: son aditivos que ayudan a dar una mejor textura a la formula pero que dificultan la oxigenación y la regulación de la humedad, por lo que por muy buenos que sea el resto de los ingredientes, las siliconas pueden contrarrestar su acción. Las más habituales son: “dimethicone”, “polysiloxane”, “dimethyl silicone” y “polymethylsiloxane”.
- Alcoholes: modifica la viscosidad, se utiliza como disolvente y conservante. Los más habituales son: “etanol”, “denatured alcohol”, “ethyl alcohol”, “metanol”, “benzyl alcohol”, “isopropyl alcohol”, “sd alcohol”.
- Colorantes: los colorantes que habitualmente son utilizados en cosmética son los denominados como D&C. En ocasiones pueden producir irritación en la piel, trastornos del sistema reproductivo e incluso cáncer.

- Aceites minerales: aunque su nombre puede sonar mas o menos bien, no dejan de ser derivados del petróleo, que por su bajo precio su uso es muy habitual. Se utiliza sobre todo como hidratante ya que al aplicarlos se nota suavidad e hidratación, pero realmente forman una película grasas que obstruye los poros impidiendo la transpiración por lo que el efecto es todo lo contrario a lo deseado, la piel se deshidrata. Los aceites minerales mas utilizados son: “petrolato líquido”, “petroleum”, “aceite de parafina”, “parafina líquida” y “aceite blanco” entre otros.
- Fragancias sintéticas: realmente no le aporta ningún valor terapéutico a la fórmula y además pueden llegar a ser muy irritantes por lo que es mejor evitarlo.

- Propylene glicol: en grandes cantidades pude producir problemas de hígado, corazón e incluso del sistema nervioso. Si esto no nos disuade de su uso tal vez lo haga el hecho de que también se utilice como anticongelante o para los frenos hidráulicos.
- Derivados del formaldehido: su uso más habitual es como antiséptico y conservante. Puede producir desde irritaciones con quemazón y picor hasta dermatitis de contacto.
- Compuestos orgánicos halógenos: suelen utilizarse como conservantes, pero producen alergias y recientemente han aparecido sospechas de que pueden producir cáncer.
Por todo esto lo más recomendable es utilizar productos naturales o de origen natural ya que son obtenidos únicamente de plantas, animales, microorganismos o minerales o que se obtienen de ellos sin modificación química intencionada. De la misma forma el uso de ingredientes orgánicos, los cuales son ingredientes naturales que provienen de métodos de agricultura orgánica o de cosecha silvestre, también es recomendable ya que además es respetuoso con el medio ambiente.
Por otra parte es importante saber que “eco” y “natural” no siempre es certificado de calidad, ya que como se ha mencionado antes, debemos de fijarnos en el INCI, a pesar de que los ingredientes sean buenos si estos se encuentran a bajas concentraciones , su efecto será muy pequeño y por lo tanto el efecto deseado no será muy notable.
Por ello es importante elegir cosméticos que contengan el mínimo imprescindible de excipientes químicos sintéticos, solo los necesarios para preservar la fórmula de agentes externos.
Conclusión: antes de elegir un buen cosmético es necesario leer atentamente toda la información disponible a cerca del producto, ya que no todo lo que parece adecuado lo es.